domingo, 10 de enero de 2016

28.- El cuchillo de Pablis

Empecé este cuchillo sin un motivo claro, no sabía si iba a ser para mi o para vender o regalar... cuando estaba pensando en el diseño y los materiales de repente me di cuenta que estaba pensando en Pablis.
La hoja es una Karesuando de 110mm (lo más largo en cuchillos de estilo escandinavo o pukkos) que a mi juicio es de lo mejorcito calidad precio. Eso si, viene un poco basta...


Hasta aquí lo de siempre, recortar todas las piezas, hacer la guarda, ajustar guarda y hoja, pulir y afilar la hoja, pulir la guarda, pegar la hoja a la guarda con cianoacrylato para que no chorree el epoxy por la unión, perparar epoxy tintado de negro y pegar lo todo en la prensa.


En este cuchillo decidí hacer también un pomo, pero no me gusta mucho lo de que vaya remachado y solo con el epoxy al latón no me fiaba mucho de que aguantara, así que hice dos agujeros con el taladro, los rosqué con un macho M3 y metí dos tornillos de acero inoxidable. Luego corté las cabezas les hice unas hendiduras para que pegue mejor el epoxy y en el último trozo de madera hice unos agujeros del mismo diámetro. Otro separador, más epoxy y otra vez a la prensa.

En la foto se ve la plancha de latón macizo de donde saqué la guarda y el pomo con la silueta del pomo dibujada y los tornillos de refuerzo ya atornillados.


Detalle de las partes de latón ya pulidas después de haber dado forma al puño y haber limado y lijado hasta grano 400.
Para pulir el latón hay que encintar la madera, ya que la pasta de pulir se impregna en ella y cambia su color.
Ya se puede ver el detalle que entre trozo y trozo del puño los separadores son fibras vulcanizadas (típico de estos cuchillos) de colores y trozos de latón que hacen los colores de la UCI


Cuando hice el cuchillo de Juanjo, me equivoque y recorté la funda para zurdo en vez de para diestro la primera vez, así que decidí reutilizarla ya que estaba a medias, sólo faltaba hacerle la cinta para el pantalón, pegarla, coserla y terminarla. Aquí se ve ya la hebilla puesta  y cosida y pegando la costura principal.


Por fin terminado con su funda después de darle cera con carnaúba y pulir bien.


Y el cuchillo terminado! Las tres piezas son desde la hoja al pomo:
- 1. Cuerno de ciervo de La Rioja que me trajo mi amiga Paula recogido por su padre que es  forestal allí. Este cuerno no viene de un animal muerto, los ciervos cambian sus cuernos!
- 2. Madera de Alcornoque centenario de Hoyo de Manzanares. Un arbol del parque de la Cabilda estaba podrido y muerto por dentro, así que los forestales lo cortaron y uno de esos trozos se vino a mi casa.
- 3. Madera de encina de Hoyo de Manzanares. De podas forestales, recogida con permiso del ayuntamiento


27.- Paletas de madera


Empecé a partir de un tablón de madera de abedul que compre en Maderas Agulló. El abedul es una madera blanda, que talla bien y es muy utilizada para hacer paletas y cucharas de madera entre otras cosas. En general no es una madera muy resistente, pero para una paleta de cocina, yo creo que bastará. Lo mejor es que no es muy "fibrosa" aunque el trozo que tocó resultó tener un nudo en medio que me dió bastante guerra, la verdad.... eso si, luego quedó muy bonito.

Aquí se ve parte del tablón con una paleta vieja para marcar más o menos las dimensiones.


Una vez cortado el trozo y marcado la forma de la paleta, primero le di unos cortes transversales con el serrucho para ir quitando material a golpes con el formón y el martillo.


Después de recortar la silueta en basto quité un poco más con el formón.


Afinando un poco más la silueta con los bastrenes, en el detalle se ve cómo el nudo saltó en una esquina.

Cortar el trozo en 7, que fue lo que me dió con ese espesor de tablón y cepillar la punta para darle la forma de cuña que debe tener una paleta.


Perfilando y dando forma con la lima


Luego le dí a cada una su forma según los nudos de la madera, con el taladro hice agujeros para escurrir, un poco como me salió en cada paleta...


Y por fin terminadas después de lijar bastante (había muchos desconchones por el nudo de las narices) y unas 4 o 5 manos de aceite danés y perfectamente envueltas para ser premios de un concurso de tapas! Enhorabuena a los ganadores!
El aceite danés una vez seco es perfectamente apto para utensilios en contacto con la comida.


NOTA: Las otras 4 paletas siguen ahí esperando que las lije, ya vendrán...