lunes, 22 de junio de 2015

15.- Escritorio

VIENE DE CICLOLITO  19/1/15


Entre trabajo y trabajo, decidí aprovechar el tiempo y hacer algo con la madera. Necesitaba un escritorio y ni siquiera miré lo que costaba uno hecho, yo quería uno a medida y por supuesto echo por mi, así que un folio, lápiz, escuadra, cartabón y regla me diseñé el plano. Nada muy ortodoxo, la verdad...


Conseguí que encajase todo en un tablero de 2.40m * 1.20m más las patas más, así que compré el tablero en un almacén de madera que sale bastante barato en pino "radiata" alistonado sin nudos de 18mm, las patas de abeto y el contrachapado de 5mm para los fondos de los cajones en un gran almacén. El listón del que saqué los tiradores era un retal que tenía por ahí. Aquí están todas las piezas cortadas a medida aproximada, en bruto.


Las patas decidí hacerlas con forma de pirámide truncada, dos sacos y medio de birutas... pero cuadradas enteras sería un banco en vez de un mueble.


Terminadas y apiladas se aprecia muy bien el ángulo:


Aquí está uno de los laterales con sus largueros ya mecanizados y superpuestos:


Los dos laterales:


Aquí se puede ver el detalle del liston superior de la cajonera, una cola de milano embutida.


Todas las uniones estén hechas con caja y espiga, el único metal que tiene son los tornillos para sujetar el tablero, por si en algún momento hubiera que desmontarlo o modificarlo. Aquí la marca de una caja:


Primero usé la técnica del taladro, la verdad es que no me gustó mucho, prefiero hacerlo a formón, aunque no lo parezca es más rápido y sobretodo mucho más preciso. Igualmente, es mucho más difícil de lo que parece la caja y espiga, no por la teoría, sino conseguir que el encaje sea perfecto, practicar, practicar...


Esta otra la hice con formones. Por cierto, este es uno de mi abuelo que restauré y funciona de maravilla.


Aquí un primer montaje sin encolar sólo para comprobar que todo encajaba una vez lijado. Ya tiene los raíles,  separadores, largueros y todo.


Aquí con la cubierta, que está hecha con dos listones en los laterales para tapar el final de veta o testa y un poco por estética, el mueble no tiene el más mínimo adorno, ni moldura, ni nada, eso sí, las proporciones están calculadas primero para encajar en la medida que necesitaba y segundo buscando una armonía para que no resulte mazacote ya que es tan simple. No tenía mucho tiempo y quería acabarlo antes de empezar el nuevo trabajo.


Todas las piezas mecanizadas, lijadas y listas para encolar, menudo trabajo!


Odio los acabados... para este mueble me recomendaron el poluiretano en gel o en crema. Tengo que decir que no me gustó nada, cuesta mucho aplicarlo y aunque compré la mejor brocha que encontré el acabado no es liso. Antes de barnizar lijé a 180 y 280, después de la primera mano lije a 400 y después de la segunda mano con lana de acero triple cero, igualmente siguió quedando un brillo irregular y una superficie no perfectamente lisa. Un desastre. Igualmente para lo que es, un mueble de batalla, más que suficiente!

Podría haber hecho fotos mejores, pero en fin... últimamente estoy más centrado en lo que hago y menos en lo que enseño, son rachas...


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